Una instalación situada sobre una azotea o en una torre necesita protección contra rayos. Los rayos son enemigos comunes de las instalaciones inalámbricas, y deberían prevenirse tanto como sea posible. Generalmente existen dos formas en las que los rayos pueden causar daño a su equipo, con descargas directas o indirectas.
Descargas directas
Las torres de comunicación deberían estar equipadas con pararrayos puestos a tierra correctamente en la base de la torre. Sin embargo, si el rayo cae sobre la torre (o el equipo) será muy poco lo que se pueda salvar.
Descargas indirectas
Las corrientes de inducción (descargas indirectas) debidas a la caída cercana de rayos, pueden causar daños en los equipos de radio ubicados en exteriores. Eso puede prevenirse usando protectores ante fluctuaciones de corriente para proteger a los equipos vulnerables y seleccionando radios con una alta tensión nominal. Sin embargo, los protectores de fluctuaciones no protegen la antena, sino solamente el radio.
El pararrayos debe estar siempre en el punto más alto de la torre o estructura que se desa proteger. El conductor que une el pararrayos con el electrodo de puesta a tierra no debe tener empalmes y debe de ser de cobre y al menos calibre 10 AWG (American Wire Gage)
El cable de antena puede conducir la descarga de un rayo hacia la instalación interior donde puede causar mucho daño. Por ello es importante proveer una desviación a tierra en caso de descarga en los cables que van desde el exterior al interior.
